Que una persona que no ha visto nunca o que ha visto pocas veces un Galaxy Tab o un iPad no sepa reconocer las diferencias entre uno y otro se podría entender.Pero que un abogada de la fabricante de la primera de éstas se confunda a la hora de decir cuál es cuál, me parece realmente increíble. Por no decir impresentable.
Bueno, esto sucedió de en la vida real durante una audiencia realizada ayer jueves 13 de octubre en Estados Unidos, en el marco de la batalla de patentes que están trabando desde hace un tiempo Samsung y Apple.
La jueza Lucy Koh sostuvo un tablet en cada mano y le preguntó a la abogada de la compañía surcoreana si podía decir qué empresa las había fabricado. La respuesta fue: “no a esta distancia, su señoría”. Pero a cuánto estaba, ¿a 25 metros? No, señores, a tan sólo tres. ¡Fail total!
Entonces la jueza insistió y preguntó si algún abogado de la firma asiática era capaz de diferenciar los productos. Ahí, uno de éstos le dio la respuesta correcta. Menos mal.