Cuando le preguntaron a Trudy Muller, un representante de la compañía, se limitó a responder “Seguimos cumpliendo con las leyes locales (...) No todas las aplicaciones están disponibles en cada país.” Lamentable que las compañías se sigan plegando a este tipo de exigencias cuando nos encontramos a un suspiro del 2010.
Pero no nos llevemos las manos a la cabeza. Google y Yahoo! ya habían recorrido esta misma senda en el pasado, y Apple tan solo es la última compañía tecnológica estadounidense que ha cedido a censurar sus servicios en China para obtener el beneplácito del gobierno chino. Google por ejemplo bloquea cualquier página con contenidos pornográficos o contenidos sensibles desde un punto de vista político en su buscador, escudándose en una cantinela muy similar a la de Apple, quien ya vio como la iTunes Music Store era bloqueada durante los pasados Juegos Olímpicos de Beijing cuando incorporó a su catálogo una colección de canciones sobre el Tíbet.
China cuenta con un mercado en constante expansión gracias a la cada vez mayor tolerancia del gobierno respecto al consumismo (lástima que solo se modernicen en esto) que promete convertirse en el mayor del planeta si es que no lo es ya. No es de extrañar que a compañías como Apple se les haga la boca agua cuando piensan en las astronómicas cifras de consumidores dispuestos a gastar su dinero en sus productos.
Volviendo a las aplicaciones censuradas y el argumento esgrimido por Muller, es cierto que todas las aplicaciones no están siempre disponibles en todos los países pero no es menos cierto que hasta ahora habían sido los desarrolladores los que habían tenido el control sobre donde se vendían sus aplicaciones. En este caso, los desarrolladores de las cinco aplicaciones las enviaron a Apple para que fuesen accesibles desde todos los países y cuando la compañía de la manzana ha optado por retirarlas de la tienda china ni tan siquiera se ha dignado en enviarles un correo avisándoles de la situación.
Pero el Dalái Lama no es la única persona a la que el gobierno chino le gustaría eliminar de los libros de historia. El iPhone chino está evidentemente sujeto al control de Internet ejercido por el gobierno, conocido como el “Gran Cortafuegos” y realizar búsquedas en la App Store de términos como “Falun Gong”, el nombre de un culto eliminado del país, provoca que el teléfono se quede mostrando indefinidamente la pantalla de carga. Otras aplicaciones conflictivas que continúan estando disponibles son Youtube y Twitter. Ver para creer. Y yo que pensaba que en el siglo XXI iríamos todos en coches voladores…