Leyendo una revisión del Palm Pixi Plus que el próximo Lunes empezará a vender Verizon en Estados Unidos nos planteamos una serie de pensamientos sobre el encaje de teléfonos como éste en el mercado español.Escribiendo como escribo en un blog de móviles y leyendo por tanto muchas fuentes tengo la sensación de que hay una enorme desproporción entre lo que vemos y comentamos por aquí y la realidad del mercado. ¿Se venden tantos smartphones como parece? Además, ¿Se venden tantos y son ya tan cotidianos que Google ha tenido que “inventar” la categoría de superphones para distinguir a su Nexus One? ¿Hay un vacío entre los smartphones y los teléfonos que en inglés denominan dumbphones, el de sólo llamar y mensajes?
Es habitual leer la expresión de que las tarifas de datos a las que nos “obligan” los operadores con los nuevos teléfonos inteligentes son un timo, que con el WiFi en casa y en el trabajo no se necesita una tarifa de datos. Quizá seguimos pensando en que las tarifas de datos son para que las pague el empresario de turno o son para tecnoadictos caprichosos.
Al esquema habitual de llamadas+SMS en telefonía se añadió hace tiempo el MMS, medio que tengo la sensación que no ha sido el éxito del siglo. Pronto se le añadió el correo electrónico pero no me parece que en España haya cuajado, parece que el e-mail se sigue considerando algo “formal”. En paralelo a esto asistimos a la explosión (en el PC) de la mensajería instantánea primero y de las redes sociales ahora: Messenger, Google Talk, Facebook, Twitter, Tuenti...
Tenemos ahí el campo entonces, todas esas personas (típicamente jóvenes) que usan “estáticamente” todos esos medios y que luego cuando están en movilidad vuelven al pasado en forma de llamadas o esos SMS escritos con abreviaturas indescriptibles y que poco hacen por nuestra gramática. SMS a 15 céntimos sin IVA en muchas operadoras y mucho más baratos en las nuevas Operadoras Virtuales pero que siguen siendo caros. Al fin y al cabo hablamos de transmisión de datos y desde luego el precio por carácter transmitido en un SMS es casi equivalente al precio de la tinta de impresora por mililitro, un gran negocio.
No, la idea son smartphones a precios asequibles con tarifas de datos a precios asequibles, un poco el paso dado por Vodafone con su 360 pero ampliando el concepto fuera de aplicaciones propietarias o cerradas.
Teléfonos como este Palm Pixi la BlackBerry 8520, el Nokia E71/E72. No son el último grito en tecnología pero cumplen su función de mensajeros, con teclado completo y tamaños ajustados.
Y acompañados de tarifas razonables en las cuales empieza a haber opciones donde elegir, desde las “todo incluido” como la Tarifa Plana de Internet en el Movil de Vodafone sin límites de velocidad ni de descarga hasta los buenos intentos de las OMV como los 300 MB de Pepephone con la Nuevega y Llama, la Tarifa Diaria de Simyo o los 30 MB al mes que regala MásMovil.
En cambio queda todavía un lado oscuro en las tarifas que nos son planas como la de Vodafone o Pepephone y es la tarificación por bloques de datos de lo que hablaremos otro día.