Con la precisión de un GPS o la indicación más general que proveen las torres de celular, cada vez más padres en los Estados Unidos están usando los celulares de sus hijos como heramienta para saber su ubicación en todo momento.
AT&T, Verizon y Sprint ofrecen planes que permiten a los padres acceder a un servicio web desde el PC o el celular en donde pueden ver, en algunos casos, la calle y el número en donde se encuentra el teléfono móvil, para todos los aparatos ingresados al plan familiar. AT&T ofrece el plan Family Map por U$D 10 para dos celulares, y USD 15 para cinco. Verizon ofrece el plan Chaperone a U$D 10 por cada equipo a monitorear, y Sprint ofrece Family Locator por 5 dólares mensuales, soportando hasta 5 equipos.
Evidentemente, aunque los adolescentes estén en su casa, nada impide que estén chateando con algún psicópata o enviando fotos comprometedoras por celular. La tecnología no reemplaza a unos padres involucrados, de la misma manera que siempre habrá métodos de evadir la vigilancia, como dejar el celular en la biblioteca mientras vamos al local de videojuegos que está a un par de calles.
Hoy en día estos servicios están en pañales, y es difícil opinar sobre lo que haga otra persona con su familia. En el fondo podemos decir que no estamos de acuerdo, que no lo haríamos con nuestros hijos o que no nos gustaría que nuestros padres lo hicieran con nosotros, pero no mucho más que eso. Sin embargo, llegará el día en que los ocurrentes de siempre empiecen a ofrecer estos servicios para una clase de vigilancia mucho menos cándida: a mí no me hará ninguna gracia cuando ofrezcan un plan para que el empleador sepa cuando y cuánto rato salen sus trabajadores a almorzar.
AT&T, Verizon y Sprint ofrecen planes que permiten a los padres acceder a un servicio web desde el PC o el celular en donde pueden ver, en algunos casos, la calle y el número en donde se encuentra el teléfono móvil, para todos los aparatos ingresados al plan familiar. AT&T ofrece el plan Family Map por U$D 10 para dos celulares, y USD 15 para cinco. Verizon ofrece el plan Chaperone a U$D 10 por cada equipo a monitorear, y Sprint ofrece Family Locator por 5 dólares mensuales, soportando hasta 5 equipos.
Evidentemente, aunque los adolescentes estén en su casa, nada impide que estén chateando con algún psicópata o enviando fotos comprometedoras por celular. La tecnología no reemplaza a unos padres involucrados, de la misma manera que siempre habrá métodos de evadir la vigilancia, como dejar el celular en la biblioteca mientras vamos al local de videojuegos que está a un par de calles.
Hoy en día estos servicios están en pañales, y es difícil opinar sobre lo que haga otra persona con su familia. En el fondo podemos decir que no estamos de acuerdo, que no lo haríamos con nuestros hijos o que no nos gustaría que nuestros padres lo hicieran con nosotros, pero no mucho más que eso. Sin embargo, llegará el día en que los ocurrentes de siempre empiecen a ofrecer estos servicios para una clase de vigilancia mucho menos cándida: a mí no me hará ninguna gracia cuando ofrezcan un plan para que el empleador sepa cuando y cuánto rato salen sus trabajadores a almorzar.