La autonomía de las baterías de los terminales móviles sigue siendo una de las características a resolver por los fabricantes, más con la conquista del mercado de los smartphones por los teléfonos con pantallas táctiles, que con un uso normal requieren recargar la baterías prácticamente todos los días. La sustitución de las baterías de litio por las de combustible líquido es una de las opciones en la que más recursos invierten los fabricantes y que parece más cercana. Tras el prototipo de móvil que pudimos ver el año pasado haciendo uso de esta tecnología, el periódico Nikkei anuncia que Toshiba comenzará el mes que viene la producción en masa de celdas de metanol (DMFC) para su empleo en todo tipo de dispositivos de consumo, desde teléfonos móviles hasta ordenadores portátiles.
Según el medio japonés, Toshiba está instalando una línea de montaje en su fábrica de Yokohama, inicialmente la producción se centrará en celdas recargables, pero para finales de año espera comercializar teléfonos y PCs ya con este tipo de baterías integrado. El rango inicial de precios irá de 104 a 519 dólares, pero a medida que la producción alcance unos niveles más importantes Toshiba espera reducir considerablemente esos precios.
La tecnología de metanol proporciona ventajas de autonomía y de uso, un cartucho de 70 centímetros cúbicos ha permitido trabajar a un PC durante 5 horas, y a diferencia de las baterías de litio actuales, tras agotar la carga sólo se requiere sustituir el cartucho o rellenarlo, no necesitaremos cables ni tiempos de espera para poder volver a utilizar nuestros gadgets.
Sin embargo, para que lleguen a los usuarios a escala global hay que tener en cuenta que todavía hay que trabajar en temas como la legislación, el metanol es un líquido inflamable por lo que requiere de leyes específicas por ejemplo para su comercialización y transporte tanto a nivel comercial como personal.
Y este hecho de tratarse de una sustancia inflamable lógicamente también acarrea riesgos de uso, si bien Toshiba lo considera altamente seguro, al estar separado el sistema de producción de energía del de almacenamiento del metano. En cuanto al medio ambiente, aunque se genera vapor de agua y CO2, las cantidades son tan mínimas que se le considera una energía límpia, no emite óxidos de nitrógeno ni de azufre, ni componentes a eliminar, por lo que sin duda ésta parece estar llamada a ser una de las tecnologías del futuro.