La aplicaciones par moviles es uno de los campos en los que Estados Unidos está más atrasado que Europa (y algunos países de Asia), aunque tratan de aprovechar su experiencia en start-ups para recuperar el terreno perdido. Por ejemplo, la presentación de 22 empresas debutantes en Mountain View, al sur de San Francisco, ante analistas, periodistas y capitalistas de riesgo invitados a votar por las más interesantes.
Las dos grandes ideas son el interés por el video en el móvil (casi una tercera parte de las empresas invitadas) y el deseo de llevar al teléfono lo que tenemos en la Web. La primera no tiene nada de nuevo (en comparación con Japón, Corea y China, entre otros). La segunda es más compleja. Parece no prestarle la suficiente atención a la especificidad del medio (un error clásico desde que la televisión quiso ser "una radio con imágenes") pero también ofrece un terreno legítimo para librar una batalla contra los operadores que quieren controlar el uso de las aplicaciones. Veamos.
La mejor aplicación para los jueces fue BillingRevolution.com. Permite realizar pagos con una tarjeta de crédito a partir de un teléfono móvil "con el número de la tarjeta, su fecha de caducacidad y el nombre del titular", explicó Andy Kleitsch, su director. Dedica su mejor esfuerzo por ahora al mercado de los bienes digitales pero aspira a servir hasta para pagar minutos o horas de aparcamiento.
El público, por su parte, prefirió PhoneTopp.com, que permite participar en reuniones y conferencias con él sin pasar por el navegador. Lo importante, según su fundador Tom Barsi, es que con la herramienta, se puede acudir al acto "desde un aeropuerto o la playa".
El objetivo de las conferencias Under The Radar, producidas por DealMaker Media, es poner en contacto start-ups con inversores. En sesiones oganizadas por temas concretos, cuatro o cinco empresas tienen unos diez minutos para presentar su proyecto a un jurado de expertos e inversores que preguntan, comentan y terminan votando. El público se pronuncia por móvil. Además de los ganadores, me llamaron la atención tres empresas .
My6Sense.com, una empresa de Israel, quisiera ser nuestra "intuición digital" con una mezcla de web semántica y de la capacidad de aprendizaje de las máquinas para filtrar las informaciones y presentarnos las que de verdad tienen prioridad en nuestras vidas. Habrá que probar para ver hasta que punto cumple con lo prometido.
MyBoo.com, creada en Sunnyvale por dos parisinos, permite sincronizar datos y aplicaciones entre cualquier máquina, incluyendo un teléfono. Todavía está en beta pero podría contribuir a resolver el problema de la sincronización. A tener en cuenta: entre británicos, suecos, holandeses y franceses, los europeos constituían casi una tercera parte de las ofertas.
Nextivity.com es una empresa canadiense. Ofrece soluciones para mejorar la cobertura telefónica en lugares pequeños y cerrados, como los hogares y locales de las pymes. "Hay 28 operadores europeos que están interesados o ya dieron su acuerdo", aseguró George Lamb, responsable de mercadotecnia. Es un problema difícil de resolver porque es ilegal alterar la señal del operador sin su autorización.
Puede ser que en este caso no haya otra solución, pero no cabe duda que una de las tensiones centrales y crecientes es la que opone los operadores y las empresas que desarrollan aplicaciones para mejorar los servicios, les guste o no a los operadores. Esta confrontación se puso de manifiesto en un panel donde Verizon, Alltel, T-Mobile y AT&T expusieron sus posturas.
El más duro fue Rupert Young, de AT&T, quien aseguró que limitan las aplicaciones para "proteger a los abonados" del acceso directo por parte de las empresas. Pero cuando Rafe Needleman, el moderador, le dijo que estaba "poniéndole barreras a la innovación", el público aplaudió. Y Young tuvo que reconocer que iba a ser cada vez más difícil a medida que los teléfonos se vuelven más inteligentes, que se parecen a "verdaderas computadoras". Exactamente la apuesta de Silicon Valley...